Amigos: hoy quiero decirles que hay un gran luto en mi y soy de herida abierta...
Mi abuela paterna, Cocón se ha ido... Apenas un mes antes de su cumpleaños la vi por última vez... Tuve la gran fortuna de recibir su bendición para mi camino, para mi andar.... para mi vida entera....
Vivía ya en su propio mundo... un mundo de desfiles militares frente a su ventana... de grandes extensiones de agua que le iluminaban sus hermosos ojos grises en cuanto se develaban para ella.... Una mujer a la que ni los años doblegaban su carácter.... Sufría por regresar a "su casa"... una casa que el tiempo se había llevado hace décadas...
Su última petición hacia mi fue precisamente esa: "Hijo, no me dejes aquí... llevame a mi casa... llevame por favor contigo"... Aún siento sus manos aferradas a mis brazos, haciendo por levantarse de un reposet que la arroparía hasta su partida... Yo sólo podía decirle con todo mi cariño que debíamos tener "paciencia y prudencia" para regresar a casa... "En cuanto puedas volver a caminar, YO vengo por tí Cocón..."
Sólo su partida pudo aliviar sus añoranzas por su casa... Su casa donde su madre y sus hermanas la esperaban... una misma casa que guardaba también a mi abuelo, quien partió 12 años antes, que esperaba a que su comida fuera servida....
Para ella, sus visitas fueron interminables.... Todos su muertos la visitaban, la cuidaban, le platicaban.... y ella les respondía, como a cualquiera otra persona que estuvieramos en la habitación...
Bendita locura, consecuente inconciencia de vejéz que le permitió terminar sus días NUNCA SOLA...
Cocón: Que Dios quiera tenerte en "tu casa" por siempre, en compañía de quien siempre te quiso... Los que aquí nos quedamos sólo nos queda añorarte, hasta que nos volvamos a ver... Sólo para regresar a casa...
